ORIGEN,
TERRENO BALDIO ARTE
19 - 09 - 2024
ESP:
La noción de material alude generalmente a elementos que serán alterados, una aproximación que apunta a las fuerzas de producción de una época más que su propio orígen. Así, el término no se limita a describir una materia prima inmutable, sino a sustancias que están en un estado variable determinado por su manipulación, su interacción con el entorno o por la volatilidad de sus componentes internos. Partiendo de esta interpretación, la producción de Patricio Tejedo puede ser revisada como una exploración formativa de la materia a partir del tacto, un registro de sus transformaciones a través de su interacción con el cuerpo, el paisaje, el tiempo y el espacio.
Como tránsito entre lo arquitectónico, lo escultórico y lo pictórico, las obras que componen Origen -la primera muestra individual de Patricio Tejedo en Terreno Baldío Arte-, establecen un diálogo reiterado entre materialidad y espacialidad. Formado como arquitecto, su práctica ahonda en la agencia de los elementos, su relación con los procedimientos constructivos y el detrito que resulta de ellos, posibilitando un encuentro detenido con aquello considerado nimio o efímero.
Tal interés por el origen orgánico lo inscribe en una genealogía que revisita la noción del paisaje de forma crítica a partir del giro matérico. Motivado por la capacidad de los materiales para generar una presencia física imponente a partir de su fragilidad inherente, su proceso permite que la obras se comporten como entidades vivas en donde el paso del tiempo, la erosión o el medio ambiente genere nuevas interlocuciones. Esta condición es evidente en series como Avispero, donde el desgaste natural de la arcilla o las grietas de su constitución se integran como parte de la obra.
Conjuntando estrategias compositivas y soluciones técnicas que permiten mediar la precisión constructiva con la inestabilidad propia de los elementos, las obras se conectan directamente con el entorno que habitan. Su posición, orientación e incluso su interacción con la luz y oscuridad posibilitan desajustes ópticos como los explorados en la serie Sombras, cuyos contrastes y superposiciones de materiales aparecen o se desvanecen a partir del desplazamiento del cuerpo y la mirada del espectador.
Las obras desplegadas en Origen tensionan los límites entre volúmen y superficie a partir del diálogo del gesto mínimo con la presencia monumental, estableciendo un equilibrio dinámico que ocupa con determinación el espacio de exhibición. Disponiendo libremente de las condiciones que describen y condicional al plano, muro o forma, Patricio Tejedo invita a la alteración perceptual a partir del cambio súbito de escala, un fenómeno traducido sensiblemente del hecho arquitectónico al espacio del arte contemporáneo.
Rodrigo Torres Ramos